La importancia de las bellas artes en la educación

He aquí una escena conocida: Al final del día escolar, una estudiante corre hasta su padre, madre o tutor con una ilustración en la mano – ya sea dibujada, pintada o coloreada – y dice, con una gran sonrisa, “¡Mira lo que hice!”. El adulto la recibe y se desborda en elogios para la creación, diciendo: “¡Qué linda! Vamos a pegarla en el refrigerador!”, mientras la estudiante sonríe. Alentar la confianza de los estudiantes y promover la comunicación entre generaciones son beneficios que puede generar el compartir una simple obra de arte.

Si preguntamos a los padres y tutores por qué las artes son parte importante de la educación de sus hijos e hijas, escucharemos varias respuestas comunes. Sus estudiantes realmente disfrutan las clases de arte, sea orquesta, pintura, cocina o música. Estas clases ofrecen un medio para que los estudiantes usen su creatividad, se expresen y prueben experiencias nuevas usando métodos que no están accesibles en casa. La oportunidad para aprender acerca del mundo y experimentar y apreciar diferentes culturas también podrían añadirse a la lista.

Además de estas razones y del valor intrínseco de la educación de bellas artes, hay otros beneficios para los estudiantes. Si miramos un poco más detenidamente, emerge una importante imagen.

La educación en bellas artes ayuda a los estudiantes a desarrollar la confianza. Un estudiante de drama aprende a dominar el escenario, no solo memorizando y recitando un parlamento, sino aprendiendo a transmitirlo de manera que tenga el mejor efecto en el público. Ellos aprenden de sus errores en los ensayos para que la presentación final salga lo mejor posible.

Las bellas artes también enseñan la habilidad para tomar decisiones. Desde las palabras que mejor expresan los sentimientos en un poema hasta un trozo de barro que se puede moldear para convertirlo en una escultura, aprender a seleccionar entre las alternativas disponibles es una importante lección de vida.

Otra importante habilidad es la perseverancia. Un estudiante que aprende a tocar el violín no lo va a dominar del primer intento, por lo que los estudiantes aprenden a continuar practicando, aun cuando sientan que quieren darse por vencidos. Aprender a trabajar superando las dificultades y aceptar la crítica constructiva son también habilidades relacionadas con la perseverancia.

Las clases de bellas artes enseñan la colaboración, bien sea tomando turnos durante una rutina de baile o tocando juntos en una banda. Aunque no obtengan el papel principal, los estudiantes aprenden que sus contribuciones son importantes para el éxito del grupo, y varios componentes más pequeños son vitales para el éxito de la totalidad del conjunto.

“Los estudiantes pueden alcanzar en las bellas artes el éxito que no encuentran en otras áreas”, dice Andrew Brand, maestro de bellas artes de la Escuela Primaria Robert Frost. “Y aquellos que a veces tienen problemas académicos en las materias básicas muchas veces prosperan en uno o más campos de las artes, lo que les da la oportunidad de experimentar el éxito que, de otra manera, no tendrían”.

Indiscutiblemente, existen otras lecciones que se aprenden de las bellas artes, tales como la comunicación expresiva y receptiva usando señales no verbales, el desarrollo de las habilidades para concentrarse y enfocarse, y el mejoramiento de las habilidades motoras y el aprendizaje espacial. Los estudios demuestran que la educación en bellas artes puede redundar en un mejor desempeño académico en otras áreas, puntuaciones más altas en las pruebas SAT y mayores índices de graduación superior.

Con todas las razones que sugieren la importancia de las bellas artes, quizás la más sencilla sea la mejor: a muchos estudiantes les encanta la clase y la libertad creativa que les ofrece la expresión artística.