Carta de los editores
Carta de los editores
La definición clásica para la palabra creatividad es “la habilidad para originar nuevas ideas o inventar cosas nuevas”.
Tradicionalmente, la palabra ha estado asociada con los artistas, y trae a la mente imágenes de pinceles de pintura, barro, instrumentos musicales y otros medios para expresar las obras de arte. Los puntos de vista presentados en las pinturas, esculturas, poemas y música nos abren los ojos para ver cosas de una manera nueva y compartir nuestras emociones. La belleza de crear algo nuevo definitivamente se experimenta a través de todas las bellas artes.
En el siglo XXI, las carreras profesionales, la tecnología, las herramientas e incluso la cultura están cambiando rápidamente y constantemente. Aunque las bellas artes sin duda permanecen como una parte importante de la definición de creatividad, se puede decir que esa definición debe ser mucho más inclusiva.
Considere por un momento los siguientes ejemplos:
Construir diferentes tipos de modelos de molinos de viento e intercambiar ideas sobre las mejores maneras de aprovechar la energía.
“La creatividad no se puede gastar. Mientras más se usa, más se tiene”. – Maya Angelou
Escribir un libro que funciona como una guía adicional o proporciona nuevas historias de trasfondo para libros reconocidos de autores importantes.
Aprender a utilizar una tableta para producir una película sobre personajes miniatura de Lego, usando la técnica de animación conocida como stop-animation.
Diseñar y codificar una aplicación para dispositivos móviles con el fin de ayudar a los estudiantes de nuestro distrito con la lectoescritura.
Crear y llevar a cabo un plan para ayudar a una organización sin fines de lucro a empacar alimentos destinados a países empobrecidos y determinar la mejor manera de rastrear la trayectoria de los empaques hasta su destino final.
Estos son ejemplos de proyectos reales en los que participan los estudiantes del distrito, y todos son dignos de llamarse innovadores, progresistas y creativos.
Los estudiantes creativos pueden ser artistas, poetas, actores, inventores, constructores, personas capaces de resolver problemas, escritores y oradores, y todos buscan maneras nuevas e innovadoras de comunicarse. A veces la creatividad puede ser un riesgo, pero el salón de clases proporciona un espacio seguro donde los estudiantes pueden observar su mundo de una manera nueva y asumir riesgos.
En esta edición, exploraremos cómo la creatividad se cultiva de maneras diferentes en todas las escuelas y todos los salones del CCSD59. Algunas son tradicionales. Otras no.
Esperamos que esta segunda edición le inspire a considerar todas las definiciones de la palabra creatividad y reconocerla no solo en los estudiantes, maestros y salones, sino también en la comunidad y en todo lugar que observe.
¿No son suficientes las publicaciones semestrales? Visite CCSD59.org para información actualizada.
La definición clásica para la palabra creatividad es “la habilidad para originar nuevas ideas o inventar cosas nuevas”.
Tradicionalmente, la palabra ha estado asociada con los artistas, y trae a la mente imágenes de pinceles de pintura, barro, instrumentos musicales y otros medios para expresar las obras de arte. Los puntos de vista presentados en las pinturas, esculturas, poemas y música nos abren los ojos para ver cosas de una manera nueva y compartir nuestras emociones. La belleza de crear algo nuevo definitivamente se experimenta a través de todas las bellas artes.
En el siglo XXI, las carreras profesionales, la tecnología, las herramientas e incluso la cultura están cambiando rápidamente y constantemente. Aunque las bellas artes sin duda permanecen como una parte importante de la definición de creatividad, se puede decir que esa definición debe ser mucho más inclusiva.
Considere por un momento los siguientes ejemplos:
Construir diferentes tipos de modelos de molinos de viento e intercambiar ideas sobre las mejores maneras de aprovechar la energía.
“La creatividad no se puede gastar. Mientras más se usa, más se tiene”. – Maya Angelou
Escribir un libro que funciona como una guía adicional o proporciona nuevas historias de trasfondo para libros reconocidos de autores importantes.
Aprender a utilizar una tableta para producir una película sobre personajes miniatura de Lego, usando la técnica de animación conocida como stop-animation.
Diseñar y codificar una aplicación para dispositivos móviles con el fin de ayudar a los estudiantes de nuestro distrito con la lectoescritura.
Crear y llevar a cabo un plan para ayudar a una organización sin fines de lucro a empacar alimentos destinados a países empobrecidos y determinar la mejor manera de rastrear la trayectoria de los empaques hasta su destino final.
Estos son ejemplos de proyectos reales en los que participan los estudiantes del distrito, y todos son dignos de llamarse innovadores, progresistas y creativos.
Los estudiantes creativos pueden ser artistas, poetas, actores, inventores, constructores, personas capaces de resolver problemas, escritores y oradores, y todos buscan maneras nuevas e innovadoras de comunicarse. A veces la creatividad puede ser un riesgo, pero el salón de clases proporciona un espacio seguro donde los estudiantes pueden observar su mundo de una manera nueva y asumir riesgos.
En esta edición, exploraremos cómo la creatividad se cultiva de maneras diferentes en todas las escuelas y todos los salones del CCSD59. Algunas son tradicionales. Otras no.
Esperamos que esta segunda edición le inspire a considerar todas las definiciones de la palabra creatividad y reconocerla no solo en los estudiantes, maestros y salones, sino también en la comunidad y en todo lugar que observe.
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